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Esteban, el carnicero que superó la crisis con carteles graciosos y asados gratis
Tiene 23 años y cuenta que llegó a no comer para ahorrar dinero.
POR REDACCIÓN
En la esquina de calle Hipólito Yrigoyen y Periodistas Sanjuaninos, en Santa Lucía, hay una carnicería con pizarrones que los vecinos se paran a leer.
Dicen: "Cervezas en lata más frías que el corazón de tu suegra", "chorizos mimosos", "tomates rojos como los labios de la Camila".
El dueño es Esteban Sánchez, un chico de 25 años que empezó ahí como empleado hace 4 años. Cuenta que antes no había pasto afuera, adentro había algunos vidrios rotos y la pintura estaba saltada.
“Escuché los pedidos de la gente para empezar a cambiar las cosas porque el negocio estaba muy dañado y quise reactivarlo”, dice.
En noviembre de 2019 logró juntar casi todo el dinero que le pedían para comprar la llave del negocio -$900.000- y el 4 de ese mes abrió las puertas.
Para alcanzar este monto invirtió lo que había ahorrado desde los 21 años, cuando empezó a trabajar en la carnicería. Él se define como un “ahorrador desde siempre”.
Esteban cuenta que cuando se propuso comprar la llave del local solo gastaba plata para la nafta para su moto Daelim Liberty 110 cilindradas y para algunas comidas baratas.
"Y a veces no comía", dice.
Tras invertir todo su dinero, empezó a pensar estrategias para ganar clientes y “llamar la atención” de ellos. “Quería hacer algo que sea mirado por todos los que pasaran. Así empecé con los mensajes y me di cuenta de que la gente sonreía, se paraba a leerlos y algunos entraban a comprar”, cuenta.
Cumplió uno de sus objetivos porque de casi 20 personas que pasan por la zona, al menos 3 entran. Hoy factura el doble. Y encima logra sacarle una sonrisa a muchos vecinos. En una de las primeras elecciones escribió: “Para vos Macri, el asado a $230” y los clientes se quedaban unos minutos a conversar sobre eso.
“Siempre trato de escribir mensajes que sean un pasatiempo y haga que las personas se olviden de sus problemas un ratito por lo menos”, contó.
En la última semana hubo temas que fueron furor: los billetes de $5 que ya no se reciben más y el caos en los accesos a la Fiesta Nacional del Sol.
Con el tiempo sumó técnicas de marketing porque no podía afrontar los costos de la publicidad en medios. Para que su aviso se escuchara en radio le pedían $4.000 por mes, mientras que para aparecer en una emisión de un programa de tele debía pagar entre $10.000 y $15.000.
Fue así que decidió hacer asados en la puerta de la carnicería y ofrecerles a los clientes de manera gratuita. Un vecino le prestó una parrilla que pusieron en la puerta y asaron 1 ojal de costilla, 1 matambre de cerdo y 6 tiras de costillas. Lo hizo durante dos viernes, pero no pudo seguir debido a los costos.
A esto se suman las publicaciones que hacen él y los vecinos de la zona en Facebook. También, los carteles se viralizaron en Twitter y las ventas se incrementaron. En solo 3 meses pasó de tener 15 clientes por día a unos 120 o 150 y sus recaudaciones se duplicaron.
En diciembre pasado solo había contratado a 1 persona y ahora son 5 los que trabajan ahí. Esto lo logró porque aumentó sus ingresos. Ahora también, amplió el horario atención: está de 8:30 a 15 y de 18 a 3. Y a veces abre en la siesta.
Desde que compró la llave, Esteban comenzó a sumarle más frutas y verduras, panadería, mercadería y hasta puso una fotocopiadora en un rincón. Espera en los próximos meses añadir algunos cuadernos, lápices, plasticolas, cintas, entre otros útiles.
Una de las primeras clientas del día, una vecina de apellido Castro, espera a ser atendida y comenta: “Me encantan los carteles. Además los chicos que atienden tienen muy buena onda. Antes no era igual, ahora todos son buenos y encima tienen de todo”.
Esteban no deja de sacar fotocopias, pero sonríe y le agradece mucho.
“Me gusta sacarles una risa la gente, sobre todo a los abuelos”, comenta.