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A 10 años del derrame en Veladero: Alberto Hensel, el ministro de la multa a Barrick
A 10 años del derrame en la mina Veladero, el entonces ministro de Minería de San Juan, Alberto Hensel, recordó el hecho que marcó un antes y un después en la provincia.
A una década del incidente ambiental en la mina Veladero, la memoria colectiva de San Juan sigue atada a ese 13 de septiembre de 2015. Aquel día, en la alta cordillera del departamento de Iglesia, la negligencia humana y el desgaste de materiales se conjugaron en una falla técnica con consecuencias graves. Una válvula en una tubería que transportaba solución cianurada se rompió, y un canal de contingencia que debía estar cerrado se encontró abierto. El resultado fue un derrame de más de 1.000.000 de litros de solución rica que llegó hasta el río Potrerillos, desatando una “guerra de la información” que expuso la fragilidad de los controles y reavivó el debate sobre la licencia social.
El hecho fue en septiembre y en diciembre hubo cambio de Gobierno en la provincia. Alberto Hensel asumió como ministro de Minería con una pesada mochila a la espalda. El funcionario, al que le quedó el mote del "ministro de la multa", accedió a una entrevista exclusiva con DIARIO HUARPE para rememorar aquellos días de incertidumbre y decisiones complejas.
Hensel recordó que, antes del incidente, el gobierno ya había contratado a la UNOPS, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, para una auditoría ambiental en los proyectos mineros. Con el derrame, el trabajo de la entidad se centró en este suceso, y el exministro se encontró con un sumario administrativo que le tocó continuar. Al abordar el expediente, la postura política fue clara y definida. "Nadie puede tomar una decisión como la que tomamos si no se cuenta con el respaldo del gobernador del momento", afirmó, refiriéndose al entonces gobernador Sergio Uñac. "Él me dijo, y lo habíamos acordado, que había que ir a fondo de manera tal de dejar sentado un precedente de que en San Juan respetábamos un solo tipo de minería, la minería sostenible".
El análisis técnico fue contundente. "Cuando fui por primera vez a ver el proyecto, y sin ser ingeniero en minas, era notable que habían pasado ya muchos años desde que inicio la mina y que hacía falta llevar adelante una reingeniería de todo el valle de lixiviación", explicó. El diagnóstico oficial apuntó al agotamiento de los materiales utilizados y a la falta de mantenimiento, lo que condujo a la rotura de la válvula. "Quedó claro a donde apuntamos con el sumario administrativo: si había o no había negligencia de la empresa. Y efectivamente hubo negligencia de la empresa y eso es lo que nos llevó a aplicar la multa", sentenció.
La sanción económica fue histórica: $145.696.000, es decir, cerca de 9,3 millones de dólares, la multa más alta aplicada a la industria en toda la Argentina, a la que se sumaron otras por incidentes posteriores, alcanzando un total multimillonario. Este hecho, según Hensel, sentó un punto de inflexión. "Cambió que todos tomamos conciencia de que la minería hay una sola forma de hacerla y es observando y haciendo observar los estándares vinculados a la seguridad de las personas y a la protección del medio ambiente", reflexionó.
Licencia social rota
Una de las consecuencias más relevantes del derrame fue la quiebra de la licencia social. Hensel reconoció que "hubo algunas fallas" y que costó mucho reconstruir el diálogo. Para ello, la respuesta del gobierno no se limitó a la sanción. Con un proyecto de ley de su autoría, los fondos de la multa se destinaron a la creación del Fondo Minero para el Desarrollo de las Comunidades, enfocado en financiar proyectos productivos en Iglesia y Jáchal y en fortalecer los sistemas de control. "Ese fue un punto de partida para empezar a reconstruir", aseguró.
A diez años, la visión de la minería en San Juan se ha transformado. La sanción a Barrick no solo fue una respuesta a un hecho específico, sino un mensaje claro y contundente de la política de Estado provincial. "Fuimos en profundidad a dar una señal de cómo queríamos que fuese la minería en San Juan", concluyó Hensel, destacando que esta postura, lejos de alejar a los inversores, ha fortalecido la reputación de la provincia.