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Propietaria de la ferretería acusó al locador: “Mandó a soldar y prendió fuego todo”
Un incendio en un galpón usado como depósito expuso pérdidas totales, acusaciones graves y una relación comercial irregular.
El incendio que destruyó por completo un galpón ubicado sobre calle Belgrano, antes de avenida Rioja, dejó un escenario de pérdidas totales y abrió un conflicto que ahora avanza hacia la Justicia. El inmueble funcionaba como depósito de una ferretería situada sobre avenida Rioja y era utilizado para almacenar mercadería clave para el negocio. Tras el siniestro, comenzaron a surgir acusaciones cruzadas, reclamos por responsabilidades y denuncias que exceden lo estrictamente material.
Según el testimonio de la propietaria de la ferretería, Gisela Torraga, el fuego se originó luego de que el dueño del galpón, Ricardo Demartini, enviara a un empleado a realizar trabajos de soldadura en la parte trasera del inmueble. “Hasta ahora se sabe que las pérdidas son totales. Él mandó a su empleado a soldar por la parte de atrás, donde había medias sombras, tela rafia y materiales inflamables”, explicó a DIARIO HUARPE. En ese sector también se encontraban pallets de cemento, arena, caños de luz y caños de agua.
La comerciante sostuvo que el inicio del incendio fue inmediato y que el propio trabajador fue quien alertó sobre la situación. “Comenzó a prenderse fuego y el mismo empleado vino a avisar que se estaba incendiando todo”, relató. Remarcó además que el techo del galpón era de material inflamable, una condición que, según dijo, era conocida por el propietario del lugar.
Consultada sobre el impacto económico, la dueña del comercio señaló que todavía no puede precisar el monto de lo perdido. “En este momento no te podría decir la inversión que se perdió, porque tengo que ver todo lo que había adentro. No quedó nada”, afirmó. Agregó que en las próximas horas realizará un relevamiento junto a su marido y que la situación será manejada por un abogado. “Todo esto ya está en manos legales”, indicó.
El conflicto escaló aún más durante el desarrollo del incendio. La ferretera denunció que, mientras su hermana filmaba lo que estaba ocurriendo, fue agredida por el propietario del galpón. “Mi hermana estaba grabando y él vino y le pegó. Fue una agresión”, aseguró. En ese sentido, adelantó que realizará denuncias penales. “Voy a hacer todas las denuncias correspondientes. Nadie tiene derecho a pegarle a una mujer ni a nadie, menos cuando solo está registrando lo que pasó”, remarcó.
Otro eje central del conflicto es la relación contractual entre las partes. El galpón había sido alquilado hacía tres meses y, según denunciaron los inquilinos, nunca hubo un contrato formal firmado. “Él no nos quería hacer contrato. Logramos que, según él, estuviera hecho, pero nunca me lo trajo ni lo vi”, explicó la comerciante. Aseguró además que cuenta con mensajes y audios que respaldan sus reclamos. “Yo tengo todo guardado, donde está comprobado que pedí el contrato desde el primer momento”, sostuvo.
También denunció situaciones previas de conflicto, como cortes de suministro eléctrico y restricciones para instalar cámaras de seguridad. “Nos cortaba la luz, no quería que tuviéramos cámaras. Todo fue siempre complicado”, señaló. Aun así, afirmó que el ingreso de la mercadería al galpón fue autorizado de buena fe por el propietario.
Finalmente, la ferretera insistió en que nunca fue informada sobre los trabajos de soldadura. “Permiso para hacer ese trabajo debería haberme pedido, pero no lo hizo. Mandó a soldar sin avisar y acá están las consecuencias”, concluyó.