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Pamela David y la pérdida que destrozó a su familia: "Perdimos la batalla"
Pamela David y Daniel Vila enfrentan un duelo persistente: el destino trágico de Franco, su hermano, fue revelado en una íntima entrevista con Mariano Iúdica.
POR REDACCIÓN
Pamela David, figura preponderante de la televisión actual y conductora de Desayuno Americano, compartió el durísimo momento personal que marcó su vida y la de su familia. Su historia familiar está atravesada por el fallecimiento de su hermano, Franco, quien fue encontrado sin vida en 2020 a sus 22 años, tras una larga lucha contra las adicciones. David abrió su corazón en el segmento Mi Cielo de Infobae, donde le relató a Mariano Iúdica lo doloroso que resultó aquel proceso.
Recordando ese momento, Pamela David comenzó: “Acompañar más a mi hermano. Fue duro para toda la familia. Y no…”, haciendo una pausa y quebrando en llanto. Ahondando en la traumática situación, la esposa de Daniel Vila explicó que acompañar a Franco fue difícil. David manifestó una sensación de fracaso ante la situación, al exponer: “Acompañarlo fue duro. Pero es que el final es cuando perdés, ¡perdimos la batalla!, ¿entendés? No alcanzó. Es decir, ¿cuál es el secreto? Cagarlo a pedos, más límites, acompañarlo, darle libertad”.
La conductora reflexionó que su familia hizo todo lo que estuvo a su alcance, pero señaló la falta de información disponible en ese momento. David sostuvo: “Hicimos todo lo que estaba al alcance. Hoy, digo, había muy poca información con el tema de la salud mental también. Porque no es solo la adicción. Antes no se hablaba de eso”. Al reflexionar si el desenlace se pudo haber evitado, considerando que su hermano “tuvo muchos intentos de quitarse la vida... hasta que lo concretó”, David indicó que la pandemia potenció la situación, pero aclaró que no lo relacionaba solo con las adicciones, sino con la falta de información sobre salud mental.
En un tono más reflexivo, David respondió a la pregunta de Iúdica sobre cómo se presentaría al cielo, sentenciando: “Que hice lo correcto, hice el bien. Y no me importa quedar como una creída, pero soy buena hermana, buena madre, buena hija, buena esposa. Y agradezco el plato de comida, agradezco la ducha tibia, mi techo, mi frazada, agradezco poder dormir en una cama cómoda. Agradezco un montón y a mis hijos los crío así”.