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Policiales > En Mendoza

Por destrozos en el UDD: 150 alumnos amonestados masivamente y enviados a rendir todas las materias.

Tras los destrozos ocurridos durante el festejo no autorizado del Último Día de Clases, el colegio "Santa María" impuso 20 amonestaciones y la condición de "libres" a todos los estudiantes de quinto año.

POR REDACCIÓN

Hace 1 hora
Unos 150 jóvenes fueron obligados a rendir todas las materias. FOTO: Gentileza

Un acto de vandalismo masivo durante la celebración del "último día de clases" (UDD) desencadenó una crisis institucional en el colegio secundario privado "Santa María", de la Universidad Champagnat. Las autoridades educativas respondieron con lo que califican como un "castigo ejemplar" para aproximadamente 150 alumnos de quinto año, una medida colectiva que ha generado un fuerte rechazo por parte de las familias y un debate sobre la disciplina escolar.

Los destrozos por los que se aplicó la sanción. FOTO: Gentileza

Los incidentes ocurrieron el jueves 27 de noviembre, después de que la dirección del establecimiento no autorizara ningún tipo de festejo interno para el UDD. Ante esta negativa, un grupo de estudiantes procedió a realizar destrozos en aulas, ensuciar los patios internos, dañar producciones académicas y, según el comunicado oficial del Consejo Escolar, profirió expresiones ofensivas hacia las autoridades, además de incumplir órdenes directas.

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La Sanción: Colectiva y Severa

La respuesta de la institución fue contundente. Mediante una resolución disciplinaria, notificó a los aproximadamente 150 alumnos involucrados que recibirían 20 amonestaciones cada uno y pasarían a la condición de "libres". Esto implica que, para aprobar el año, deberán rendir exámenes de todas las materias en las mesas de diciembre, febrero o marzo, una carga académica excepcional.

Asi quedaron las aulas. FOTO: Gentileza

Además, se estableció un plan de trabajo comunitario obligatorio del 12 al 18 de diciembre. La institución aclaró que la sanción podría reducirse solo si los estudiantes cumplen íntegramente con todas las instancias previstas en el plan de reparación.

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La Reacción: padres y alumnos en la puerta

En la mañana de este miércoles 3 de diciembre, la tensión se trasladó a las puertas del colegio. Más de cien padres y madres se concentraron para exigir explicaciones a las autoridades, quienes los recibieron en grupos reducidos cada media hora.

El reclamo principal es la falta de individualización de las responsabilidades. "Debería revisarse los videos para castigar solo a los adolescentes involucrados en los incidentes y que el castigo no sea generalizado", argumentó una de las madres presentes. Otra afirmó: “Estamos de acuerdo con el trabajo social. Reconocemos que los festejos se les fue de las manos, pero que las 20 amonestaciones fueron aplicadas sin pruebas”.

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Por su parte, un grupo de alumnos afectados se expresó a la salida del establecimiento, intentando distanciarse de los hechos más graves. "Lo mismo recibimos amonestaciones, tenemos que rendir todas las materias y tenemos videos donde podemos demostrar que no estuvimos involucrados en los desmanes", sostuvieron. Una de las estudiantes agregó: "En comparación con otros alumnos de otros colegios, no llegamos alcoholizados ni generamos disturbios... y en febrero nos va a tocar venir a rendir todas las materias".

El Debate: sanción colectiva vs. responsabilidad individual

El caso abre un profundo debate educativo y legal. Por un lado, la institución defiende su postura basándose en el daño material, la afectación a la comunidad educativa y la falta de respeto a la autoridad, considerando la sanción colectiva como un mensaje contundente sobre los límites y la convivencia.

Por el otro, padres y alumnos esgrimen el principio de responsabilidad individual, señalando que una punición masiva penaliza por igual a culpables, cómplices y a quienes pudieron no haber participado. Al menos una familia ya anunció que cuenta con asesoramiento legal para intentar revertir la medida, lo que podría derivar en un conflicto judicial.

Mientras las autoridades del "Santa María" sostienen su decisión como un acto de reparación y aprendizaje, la comunidad afectada espera una revisión que distinga grados de participación, en un episodio que dejó más que aulas destrozadas: una profunda grieta en la relación entre el colegio y las familias en vísperas del egreso.

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