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Proyecto Juan: el proceso de salir del camino de las drogas

En la única casa convivencial de San Juan, Proyecto Juan, se trabaja de lunes a domingo en el proceso de ayudar a salir del camino de las drogas en la actualidad a 17 personas.

26 de noviembre de 2023
Parte del equipo que trabaja de lunes a lunes en Proyecto Juan. Foto Gastón Vargas / DIARIO HUARPE.

Proyecto Juan es la única casa convivencial en San Juan, en la que se trabaja en la rehabilitación y reinserción en la sociedad de las personas que tienen problemas con las adicciones. El proceso de sanación para salir del camino de las drogas es complejo, pero no imposible y requiere principalmente de una cosa, según indicó Yonatan Diez, director del programa, a DIARIO HUARPE. “Los chicos quieren y necesitan ser escuchados”, expresó.

Un largo y angosto camino de tierra lleva a la casa en la que actualmente funciona “Proyecto Juan”. Un lugar con cuatro grandes habitaciones, cada una de ellas con cuchetas, un amplio salón que hace de comedor y la cocina, en la que se destaca un pizarrón que organiza las tareas, cada uno de los jóvenes que conviven, son los encargados de preparar los alimentos que van a comer.

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El comedor y la pizzara que organiza el día a día de los chicos. Foto Gastón Vargas / DIARIO HUARPE.

Esa misma pizarra es la encargada de tener el nombre de los chicos que van a organizar la limpieza durante la semana. “Ellos son los que se encargan de todo acá, es parte del tratamiento, la responsabilidad de cuidar el espacio donde conviven durante algunos meses”, dijo Diez.

Cuando el equipo de DIARIO HUARPE llegó hasta la intersección de calles Hipólito Yrigoyen y Ruta 20, en Santa Lucía, el grupo de 17 chicos que actualmente se encuentran bajo tratamiento, estaban en clase de educación física, una de las actividades diarias que realizan como parte del programa de recuperación y con mirada curiosa se preguntaban por qué estábamos en el lugar.

Proyecto Juan, es un programa que se encarga de ayudar, acompañar y reinsertar a las personas que atraviesan problemas con las drogas. “En la actualidad estamos trabajando con un grupo que va de los 14 a los 56 años. Nuestra labor es de lunes a domingo y con la ayuda de límites y estructuras, lograr que puedan salir del lugar donde están”, comentó el director.

Yonatan Diez, es actual coordinador y ex paciente de la institución. Foto Gastón Vargas / DIARIO HUARPE.

El tratamiento, que tiene una duración máxima de seis meses, consta de varios procesos que atraviesan los chicos. Por un lado está el taller socioterapéutico, en el que se trabaja con las emociones y los problemas que trae el adicto, y por otro lado todo lo que está relacionado con lo creativo y recreativo, para fomentar la convivencia entre pares. “Vamos guiando a los chicos a través del deporte, la música, la educación, la cocina y las manualidades”, comentó su director.

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Desde hace unas semanas, los chicos comenzaron a probar la cerámica. Foto Gastón Vargas / DIARIO HUARPE.

En cuanto a cómo es trabajar con una persona que atraviesa por las adicciones, Diez aseguró que es un proceso sumamente complejo que debe abordarse desde muchas aristas. “Un denominador común en este tipo de personas, es que en su momento fueron señaladas y estigmatizadas. Me pasó de entrar en villas donde los pibes se estaban drogando y desde mi lugar lo único que hice fue escucharlos y a la semana siguiente me esperaban con algo para tomar y comer. Ellos lo único que quieren es ser escuchados, ser vistos”, contó el hombre que vivió en carne propia el proceso de salir de las drogas gracias a la ayuda que recibió durante su juventud en Proyecto Juan.

Otra parte fundamental con la que se trabaja, son las familias de los pacientes, ya que según Diez, el 98% de los casos que ingresan, comienzan en el mundo de las drogas por problemas familiares independientemente del nivel social en que se encuentre el adicto. “Es buscar un refugio para la falta o el exceso de algo que está en el seno familiar”. Por esta razón, en muchas oportunidades, padres y madres participan de las terapias con el objetivo de sanar el vínculo y que el paciente se sienta apoyado por lo que se considera una de las partes más importantes.

Entre ellos mismos, elaboras normas de convivencia. Foto Gastón Vargas / DIARIO HUARPE.

Fuera de lo que se cree, el espacio y el programa está destinado a que los pacientes puedan desarrollar una vida, dentro de los parámetros que establece el proyecto, lo más normal posible para evitar que sientan que son prisioneros.

“Cuando consideramos que están listos y ellos se sienten seguros, disfrutan de diferentes salidas ya sean en grupos o de manera individual. Trabajan desde la casa elaborando diferentes productos que en algunos casos se los entregan a sus familias para que las vendan o en otros ellos mismo salen a la calle a vender. El dinero que ganan, les sirve para aportar a sus familias o para solventarse sus gastos”, concluyó el representante.

 

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