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Congreso debate proyecto para modificar el huso horario en Argentina a GMT-4
La Cámara de Diputados tratará una iniciativa que busca fijar el huso horario en GMT-4 en Argentina para ahorrar energía y mejorar la calidad de vida.
POR REDACCIÓN
Durante esta jornada, la Cámara de Diputados debatirá un proyecto que propone modificar el huso horario oficial de Argentina, estableciéndolo en GMT-4. La iniciativa, presentada por el diputado mendocino Julio Cobos, plantea atrasar una hora los relojes en todo el país. El objetivo es alinear el horario con la luz solar, reducir el consumo de energía eléctrica y mejorar la organización social.
El texto de la propuesta señala que Argentina mantiene actualmente el huso en GMT-3, fijado en 1969, tras varios años de modificaciones intermitentes. El regreso al huso histórico, que rigió durante gran parte del siglo XX, busca corregir lo que Cobos define como un “desfasaje histórico” que genera gastos adicionales y afecta la vida cotidiana.
El proyecto se presenta en un contexto internacional marcado por el incremento de los costos energéticos, derivados de la guerra en Ucrania y los conflictos en Medio Oriente, que impactaron en los valores del petróleo, el gas y el carbón. Según Cobos, este cambio permitiría aprovechar mejor la luz natural y reducir el consumo eléctrico, al tiempo que se facilitaría la coordinación con países del Mercosur, especialmente Brasil, donde la diferencia horaria complica operaciones comerciales y financieras.
Entre los fundamentos de la propuesta, se citan estudios de la doctora Andrea Pattini, directora del Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía (Inahe) del Conicet Mendoza. De acuerdo con sus investigaciones, un huso horario desfasado del ciclo natural de luz y oscuridad obliga a un mayor uso de iluminación artificial en la tarde. Atrasar una hora, según el informe, permitiría ahorrar energía al aprovechar más luz solar durante la mañana.
La historia reciente de la hora oficial en Argentina muestra varios cambios. En 2007 se implementó la alternancia de horario de verano e invierno mediante la Ley 26.350, aunque esa práctica se suspendió en 2009. En 1999, la Ley 25.155 había establecido el GMT-4, pero fue derogada poco después. Estas variaciones reflejan la falta de un criterio sostenido en la definición del huso horario nacional.
Si se aprueba, la modificación tendrá efectos inmediatos en la rutina diaria. El retraso de una hora impactará en el inicio de la jornada laboral y escolar, y obligará a ajustes en los servicios públicos. La experiencia internacional indica que los primeros días pueden resultar difíciles, pero con el tiempo la población se adapta y los resultados se traducen en un consumo más eficiente de energía.
El debate legislativo de este miércoles marcará los pasos a seguir respecto al huso horario en Argentina. El proyecto instala una discusión que trasciende lo técnico y alcanza la vida cotidiana de millones de personas, anticipando un posible cambio de rutina tras décadas de estabilidad en la definición horaria.