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Eva Bargiela confesó qué es lo peor de ser madre tras el nacimiento de su bebé
Eva Bargiela y Gianluca Simeone abrieron las puertas a la intimidad, revelando las intensas seis horas que marcaron la llegada de Faustino al mundo.
POR REDACCIÓN
Eva Bargiela y Gianluca Simeone presentaron a Faustino en televisión, apareciendo en el móvil de Cortá por Lozano en Telefe. La pareja de Espectáculos, compuesta por la modelo y el hijo del Cholo Simeone y Carolina Baldini, se sinceró sobre sus vivencias en el parto como padres primerizos.
Durante la entrevista, en la que Eva estaba amamantando, la modelo relató algunos momentos de la vida con el recién nacido: "Faustino hizo un show, hubo derrames... no le gusta que lo cambien, empezó a los gritos, se puso rojo. La única forma de calmarlo es darle la teta". Respecto a su nueva etapa, confesó que "Estamos super contentos, tratamos de tomarlo con calma porque al ser todo nuevo, todo te da miedo o incertidumbre".
Gianluca Simeone también compartió su perspectiva sobre su nuevo rol: "Estoy con pocas horas de sueño, pero muy contento. Aprendiendo día a día".
La pareja también abordó los detalles del nacimiento de Faustino Simeone, quien llegó al mundo el 25 de octubre. Eva reveló sus deseos iniciales sobre el proceso, comentando: "Yo estaba encaprichada que no quería anestesia, quería que fuese en el agua".
El dolor durante el parto fue una experiencia intensa para ambos, según la modelo: "La pasaba mal porque me dolía y él la pasaba peor que yo porque me veía que sufría". Además, añadió que "Es muy feo ver a alguien sufrir de dolor y no poder ayudar o ser nada".
Gianluca admitió haber sentido muchos nervios en el momento, ya que "mucho no podía ser más que contenerla, apoyarla y estar ahí". Sin embargo, la experiencia resultó ser inolvidable para él: "Fue muy lindo, no me lo voy a olvidar nunca. Las seis horas que estuvimos ahí fueron emocionantes".
Finalmente, Eva Bargiela se refirió al cambio físico que implica ser madre: "Estoy en un proceso. Embarazada el cuerpo me iba cambiando todo el tiempo y cada día entraba algo menos. Era una lotería vestirse. Ahora es al revés, me voy a vestir y veo qué me puedo poner".