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Cultura y Espectáculos

Nunca te calles cantora, 10 años sin la inmortal Mercedes Sosa

El 4 de octubre de 2009 fallecía la mayor exponente del folklore argentino, reconocida en todo el continente. La Voz de América, murió a los 74 años.

04 de octubre de 2019

El día nublado recuerda a la última cantora popular. Un día como hoy pero hace diez años, la “Negra” Sosa partía a la inmortalidad.

Mercedes nació en Tucumán y desde allí enamoró al mundo. Ella era intérprete, no componía sus canciones y fue este el oficio con el cual difundió la música de grandes cantautores latinoamericanos, como Pablo Milanés, Victor Jara. Además de ser pionera en hibridar, acercar y tender caminos entre distintos géneros, como el rock, el jazz, el tango, la cumbia y el folclore.

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Su niñez fue ajustada, pero según relata su biógrafo Rodolfo Braceli, “sus padres no la hicieron sentir la pobreza”. Braceli también indica “la Negra cantaba naturalmente, un día se inscribe en un concurso de canto y lo ganó, cuando recibió el cheuque eran cerca de tres sueldos del padre”, es decir que la música, literalmente, salvó.

Con el tiempo formó parte del nuevo cancionero popular, un movimiento que buscaba darle voz a ese quejido silencioso y tartamudo de las clases desposeídas. Canciones que hablaban de hambre, de migración, de ser extranjero en su tierra, de añoranza y de comunión con la identidad, canciones que sonaban genuinas en la voz de ella. De allí venía y de allí nunca se iba a olvidar.

Pero sería ese mismo oficio de gestora, de difusora, de mostrar que lo bello podía ser político sería lo que la colocaría en las listas negras de la Triple A, el preludio de lo que después sería la Dictadura Militar Argentina. Abierta militante comunista, la “Negra” tuvo que parar en una noche de 1975 porque una amenaza de bomba ponía en peligro a todo el público, sin embargo no dejó de cantar y permaneció dos años, fueron tiempos duros porque el levantamiento militar ya había comenzado, en cada fecha que se abría una amenaza a los productores y esta se cancelaba. La gota que derramó el vaso fue el día que, en la ciudad de la Plata, una patrulla de censores subió hasta el escenario y la detuvieron junto a su público, la ”Negra” dijo: “No quiero que me humillen más” y partió hacia el exilio en el 77.

Pero el exilio no hizo otra cosa que extender esa voz que nace del desarraigo, la música latinoamericana lleva al oído y los corazones de todo el mundo. Violetta Parra, Atahualpa Yupanqui, entre tantos otros, comenzaban a ser descubiertos por el mundo.

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En 1982 la “Negra” regresaba al país, con la mirada gacha iniciaron una serie de conciertos, el pánico escénico se apoderaba de ella pero, el amor fue más fuerte y, como la flor en primavera, se abrió ante un pueblo que la esperaba. La “Negra” volvía y con un halo místico y poético, el retorno a la democracia se hacía inminente.

La “Negra” fue una mujer que peregrinó la canción, que le prestó su voz a todo un continente, que llevó la melancolía y la soledad en silencio y que hizo de este mundo un lugar más habitable. Su voz sigue sonando porque a eso están destinados los grandes, a hacer que el olvido parezca algo lejano.

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