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Reforma laboral: cómo cambiarían las indemnizaciones por despido
El proyecto del Gobierno propone fondos de cese, topes salariales, nuevas reglas de cálculo y modalidades de pago que redefinirían el esquema tradicional de compensaciones laborales.
POR REDACCIÓN
El proyecto de reforma laboral que el Gobierno de Javier Milei envió al Congreso incorpora una transformación profunda del sistema de indemnizaciones por despido. La propuesta busca sustituir gradualmente el esquema tradicional, fijar nuevos límites para el cálculo, ordenar qué conceptos se tienen en cuenta y establecer mecanismos alternativos de cobertura. La iniciativa forma parte del capítulo más debatido de la reforma y abre un nuevo escenario en la regulación del despido en Argentina.
Fondos y seguros de cese laboral
El texto propone que los convenios colectivos puedan reemplazar la indemnización clásica por fondos o seguros de cese laboral. Estos instrumentos se financiarían con aportes patronales mensuales y tendrían la función de cubrir al trabajador ante una desvinculación. La intención oficial es que el empleador no deba afrontar un costo elevado de manera repentina, mientras que el trabajador acceda a un esquema más previsible y administrado por cada actividad.
Qué conceptos integran el cálculo
La reforma redefine la remuneración considerada para calcular la indemnización. Solo se incluirán los conceptos habituales, es decir, aquellos que el trabajador haya devengado durante al menos seis meses en el último año. El salario básico, los adicionales frecuentes y la antigüedad forman parte de la base, mientras que los pagos extraordinarios, las gratificaciones ocasionales y las sumas excepcionales quedan excluidos. Con esta distinción, el Gobierno apunta a evitar montos inflados por ingresos no recurrentes.
Límites para la base salarial
El proyecto introduce topes y pisos que ordenan la base de cálculo. La remuneración tomada como referencia no podrá superar tres veces el salario promedio del convenio correspondiente, pero tampoco podrá ser inferior al 67% de ese mismo promedio. Estos límites buscan reducir la dispersión entre actividades y unificar criterios para determinar el monto final.
Indemnización por despido sin causa
El esquema tradicional se mantiene en su fórmula central. En casos de despido sin causa, la indemnización equivaldrá a un mes de sueldo por cada año de servicio o fracción mayor a tres meses, calculada sobre la mejor remuneración mensual normal y habitual del último año. El proyecto también regula el pago fraccionado de la indemnización, determinando condiciones y límites para aplicar intereses.
En situaciones donde un despido sea declarado inválido por la Justicia, el empleado podrá optar entre reincorporarse a su puesto o cobrar la indemnización correspondiente. Si elige regresar, la empresa deberá abonar los salarios correspondientes al período en el que no trabajó.
Beneficios en caso de fallecimiento y administración de fondos
El texto establece quiénes son los beneficiarios de la indemnización en caso de fallecimiento del trabajador y cómo debe distribuirse ese monto entre familiares directos. También crea los Fondos de Asistencia Laboral, financiados con un aporte patronal del 3% de la remuneración computable. Estos fondos funcionarán como respaldo para las empresas al afrontar despidos, bajo reglas precisas de administración y liquidación.
Un debate que seguirá en el Congreso
El Gobierno sostiene que el nuevo sistema aportará previsibilidad, reducirá litigiosidad y facilitará la contratación. Los sindicatos, en cambio, advierten que los cambios disminuyen la protección del trabajador y facilitan la desvinculación sin causa. Con posturas enfrentadas, el Congreso deberá definir si la reforma modifica la estructura indemnizatoria vigente o si continúa el modelo histórico que ha guiado la normativa laboral argentina.