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Eduardo Desimone resiste y avanzó en La Voz con un nuevo rescate
Eduardo Desimone escribe una historia única en "La Voz Argentina": salvado por segunda vez, primero por Soledad y ahora por Luck Ra, quien lo había eliminado en primer momento.
POR REDACCIÓN
Eduardo Desimone ya es un nombre que resuena en los hogares sanjuaninos. Con una mezcla de humildad y tenacidad, el joven artista logró lo que pocos en "La Voz Argentina": ser salvado dos veces en el certamen, convirtiéndose en un símbolo de las segundas oportunidades. Anoche, en una noche cargada de emociones, su interpretación del tango "Rondando tu esquina" no fue suficiente para que Soledad Pastorutti lo eligiera frente a Mía Frankel, pero el destino —y Luck Ra— tenían otros planes.
En un giro dramático, el cantante cordobés decidió "robar" a Eduardo para su equipo, rescatándolo de la eliminación. "Vuelve al team Luck Ra. Vuelve a sus raíces, el lugar que lo vio crecer", anunció el conductor Nico Occhiato, mientras el sanjuanino, visiblemente emocionado, recibía la noticia entre lágrimas y abrazos. La escena no solo conmovió al público, sino que reforzó la narrativa de un participante que parece renacer una y otra vez.
Su historia en el programa ha sido un viaje de perseverancia. Tras ser rechazado en las audiciones preliminares en San Juan, viajó a dedo hasta Tucumán para insistir, y esa determinación lo llevó a las audiciones a ciegas, donde cautivó a Luck Ra. Aunque luego fue descartado en Las Batallas, Soledad Pastorutti lo salvó en su momento, dándole otra oportunidad. Ahora, el círculo se cierra con su regreso al equipo que lo vio nacer en el concurso.
Más allá del talento, lo que define a Eduardo es su autenticidad. En un ambiente competitivo, su genuina emoción al cantar y su gratitud ante cada oportunidad lo han convertido en una figura querida por el público y los coaches. Mientras se prepara para los Playoffs, su trayecto sigue siendo una metáfora de resistencia: un recordatorio de que, a veces, los sueños no se alcanzan en línea recta, sino entre idas, vueltas y manos amigas que aparecen cuando todo parece perdido.