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Santiago Fredes, DT de Luján, murió a los 35 por una enfermedad autoinmune
Santiago Fredes, entrenador del Club Luján y ex futbolista de la institución, murió a los 35 años tras permanecer internado desde el 24 de noviembre por una enfermedad autoinmune que deterioró su salud con rapidez.
POR REDACCIÓN
El fútbol argentino recibió este martes una noticia que sacudió al ascenso: Santiago Fredes, director técnico del Club Luján, falleció a los 35 años luego de atravesar una enfermedad autoinmune que avanzó de forma repentina y lo mantuvo internado desde el 24 de noviembre. La institución confirmó el deceso mediante un mensaje en sus redes sociales, apenas un mes después de que el entrenador hubiera renovado su contrato tras clasificar al equipo al Reducido por el ascenso.
Fredes había construido una carrera profundamente ligada al club. Como futbolista, jugó en Flandria, Defensores Unidos y Excursionistas, hasta regresar a Luján para cerrar su etapa profesional. Luego inició su camino como técnico: primero coordinando las divisiones inferiores y, desde 2024, al frente del plantel principal, donde se consolidó como un referente joven de la categoría.
La enfermedad que lo afectó se manifestó en pocos días. Según el medio local Ladrán Sancho, los médicos detectaron una afección autoinmune severa que comprometería su estado general. Desde entonces, el club acompañó a la familia y mantuvo informados a los hinchas sobre su “situación delicada”.
Tras confirmarse su fallecimiento, múltiples instituciones del ascenso expresaron su pesar. Flandria, uno de los equipos donde jugó, envió “las más sinceras condolencias a sus familiares, amigos y seres queridos”. También se sumaron mensajes de respeto desde otros clubes de la Primera C, destacando su vocación formadora y su rol como líder positivo.
Con su partida, el fútbol de ascenso pierde a un técnico joven que había encontrado su lugar como conductor, referente y formador. Su nombre queda grabado en la memoria de quienes compartieron cancha, vestuario o tribuna, y en la huella que dejó en Luján, el club que lo vio crecer y al que dedicó los últimos años de su vida.