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Generación de endeudados: cada vez más jóvenes adquieren deudas y no las pagan
Un informe de SIISA revela que los jóvenes conforman una generación de endeudados, con solo el 7% del total de créditos pero la mayor tasa de morosidad. El fenómeno se extiende también a los sectores de altos ingresos, mientras persiste la brecha crediticia para las mujeres, quienes acceden a montos sustancialmente menores.
POR REDACCIÓN
Un informe elaborado por la empresa SIISA, especializada en tecnología y análisis crediticio, señala un incremento en los índices de morosidad dentro del sistema financiero argentino. El estudio, basado en datos del Banco Central y otras fuentes oficiales, destaca que este fenómeno comenzó a extenderse hacia los sectores de mayores ingresos, los cuales históricamente presentaban un comportamiento de pago más estable.
El ratio de irregularidad del crédito, que comprende préstamos personales, tarjetas de crédito, préstamos de consumo, hipotecarios y prendarios, se situó en 3,7% en el último mes analizado. Esta cifra representa un aumento de 0,5 puntos porcentuales respecto al mes anterior. Paralelamente, las moras menores a 90 días, que tradicionalmente se ubicaban en torno al 2%, escalaron hasta el 5%.
El incremento de los incumplimientos se verificó tanto en los créditos otorgados por entidades bancarias como no bancarias. En el sector bancario, las moras tempranas alcanzaron el 4% en cantidad de créditos y el 5% en montos. En las entidades financieras no bancarias, dichas tasas fueron del 6% y 7%, respectivamente. Según el análisis, este deterioro en la cartera crediticia indica un estrés financiero que ya no se limita a los segmentos más vulnerables.
El estudio también segmentó el comportamiento crediticio por grupos etarios. Los jóvenes representan el 7% de la cantidad de préstamos y solo el 3% de los montos otorgados. Este grupo presenta los niveles más altos de morosidad, con atrasos en el 8% de sus créditos en mora temprana y en el 9% para atrasos superiores a 90 días. Esta situación se asocia a una menor tasa de empleo formal, ingresos más bajos y una mayor incidencia de incumplimientos. En contraste, los adultos menores de 60 años y los adultos mayores muestran una mayor solidez en el cumplimiento, con niveles de mora que se mantienen en el 5% y 3%, respectivamente.
Respecto a las brechas de género, el informe revela que, si bien las mujeres reciben el 52% de la cantidad total de préstamos, solo acceden al 41% de los montos otorgados. El monto promedio de los créditos concedidos a mujeres equivale al 64% del promedio otorgado a los hombres. Esta disparidad se vincula a factores multicausales, como menores ingresos en promedio, un mayor grado de informalidad laboral y mayores tasas de desocupación y subocupación en dicho segmento.
Las entidades financieras no bancarias se han consolidado como una alternativa de acceso al crédito, especialmente para segmentos de menores ingresos, jóvenes y mujeres. Actualmente, son responsables del 46% de la cantidad de créditos otorgados y del 17% de los montos totales.
Se concluye que el sistema crediticio enfrenta una doble presión: un aumento generalizado de la mora y la extensión de los atrasos a sectores tradicionalmente solventes, en un contexto donde persisten desigualdades estructurales en el acceso al financiamiento.