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El Cronista

Otra empresa en crisis: Tía Maruca retrasó el pago de sueldos de 400 empleados

El conflicto arrancó a comienzos de este año. Los trabajadores aún no cobraron el aguinaldo ni la última quincena y reciben sus salarios en cuotas.

POR EL CRONISTA PARA DIARIO HUARPE

Por  AGUSTINA DEVINCENZI

Tía Maruca, la tradicional fábrica de galletitas ubicada en la localidad sanjuanina de Albardón, se suma a la extensa lista de empresas golpeadas por la crisis económica que atraviesa el país.

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La compañía mantiene un conflicto con sus empleados desde comienzos de este año, según dio a conocer el Sindicato de Trabajadores de la Industria de Alimentación de San Juan.

Son 400 los trabajadores afectados por el atraso en el pago de los sueldos, que se abonan en cuotas a lo largo de los meses. Hasta el momento, según informaron desde el sindicato, tampoco percibieron el aguinaldo ni cobraron la última quincena.

"La firma está con dificultades financieras y está tratando de recuperarse. Todavía no se registraron denuncias laborales ni despidos, aunque se rescindieron algunos contratos de un grupo de trabajadores temporarios", detallaron.

Según explicó el Subsecretario de Trabajo de la provincia, Roberto Correa Esbry, en diálogo con AM 1020, "el inconveniente que tiene la empresa es que vende la producción y, cuando quiere reinvertir para volver a producir, los costos de la materia prima son otros por la inflación". "Apostamos a cuidar los puestos de trabajo y que se sostenga la compañía", aseguró.

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Consultada por este medio, la empresa prefirió no dar declaraciones al respecto.

La emblemática firma nació en el turbulento 2001. Su nombre es en honor a la tía de un amigo del fundador, quien jamás llegó a conocerla. Desde entonces, Tía Maruca experimentó un crecimiento exponencial en segmentos de consumo popular.

En 2017, adquirió Dilexis, una planta en San Juan que pertenecía a PepsiCo, donde esta empresa elaboraba productos de las marcas Quaker y Toddy.

Según se dijo en aquel momento, PepsiCo decidió salir de la actividad productiva en esa provincia porque la planta le quedaba grande. La historia de esa fábrica se remonta a los años '80, cuando pertenecía al grupo Sasetru. Luego, pasó a manos del ex dueño de Fargo, Carlos Preiti, hasta que la compró el comerciante de bebidas en 2010.

En ese entonces, Tía Maruca mantuvo la fuente laboral de las 400 personas que desarrollaban tareas allí. Así, la plantilla quedó compuesta por un total de 600 trabajadores, teniendo en cuenta a los que ya tenía en aquel entonces la compañía.

En el acuerdo, Tía Maruca se comprometía durante los tres años siguientes a abastecer a PepsiCo de los productos que la multinacional elaboraba en San Juan.

La adquisición le permitió a la empresa ampliar su volumen de producción en 70.000 toneladas anuales y continuar en la senda de exportación a los Estados Unidos, Chile y Uruguay, que ya había arrancado un tiempo atrás.

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