“Vamos a pedir que nos escuchen y nos entiendan, no somos usurpadores”

“Primero y antes que nada le vamos a pedir que nos escuchen y que nos entiendan, porque nosotros no somos usurpadores”, ex­presó casi desesperadamente Ga­briela Muñoz, una vecina propietaria de una casa de material asentada en la zona del conflicto. “Yo estoy acá desde el año 1992, y siempre nos dijeron que estos terrenos iban a ser nuestros, hasta que un buen día los papeles en las oficinas oficiales empezaron a desaparecer, en Arraigo nos cerraron las puertas, y a partir de ahí la noche se nos vino y no es justo que jueguen con nuestra ilusión de esta manera”.

Es preciso recordar que todo comienza semanas atrás, cuando a través de este medio se visibiliza la información de que el Municipio de la Ciudad de San Juan empezó con todos los trámites y gestiones para tomar posesión de los terrenos del ex ferrocarril que se encuentran frente al barrio Fe­rroviario entre Pedro Cortínez y Fa­lucho, justamente para crear en ese lugar espacios verdes, tal como lo prevé la Resolución 191DPDU-01.

“Sabemos claramente lo de la resolución, pero todos tienen que entender que nosotros acá nos instalamos hace más de 20 años por el Plan Arraigo”, siguió contando Muñoz, “algunos tenemos número de lote, como en mi caso el 849, que incluso con ese número en el año 93 me dieron la luz y en el 97 el agua”, y luego agregó: “Nosotros no somos usurpadores”.

Marcos Pérez y Carmen López, son pareja desde hace un tiempo y heredaron la casa del padre de Marcos, quien manifestó: “Nos llaman delincuentes porque estamos supuestamente usurpando, algo que está totalmente desatinado porque primero somos toda gente trabajadora, humilde, somos argentinos y somos dueños de estas tierras”.

Tal como lo adelantó DIARIO HUARPE el sábado por la tarde, los vecinos se reunieron en una asamblea para debatir, definir posiciones y determinar acciones y pasos a seguir. Según los vecinos, del encuentro se rescató que algunas familias aceptarían irse del lugar pero otras no, que hay mucha documentación que convalida el arraigo de hace más de 20 años y que le van a pedir una audiencia al gobernador.

“Los vecinos de la Cereceto al sur”, es decir los que viven en las casillas, contó Gabriela Muñoz, “no tendrían problemas en irse, siempre y cuando les den una vivienda. Pero no los de la Cereceto al norte, donde estamos todos nosotros, con número de lote, agua y luz particular”. Por último sentenció: “Queremos que el gobernador nos escuche, para que entienda que hace más de 20 años que vivimos acá y no nos vamos a mover”.

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