Economía > Gran flujo de tránsito
Crecen las compras de argentinos en Chile pese a los asaltos a los tours
Miles de argentinos cruzan la cordillera para aprovechar descuentos de hasta 70% en Black Friday, a pesar de recientes incidentes de inseguridad y demoras de hasta tres horas en la frontera.
POR REDACCIÓN
En las últimas semanas, el flujo de argentinos hacia Chile para realizar compras ha aumentado notablemente, a pesar de los recientes asaltos en las rutas que conectan ambos países. La principal motivación para este desplazamiento masivo es el Black Friday, que ofrece rebajas significativas en una amplia variedad de productos, especialmente en la antesala de las fiestas de Navidad y Reyes.
Durante esta temporada, los viajeros se enfocaron en adquirir indumentaria, tecnología, juguetes, perfumes y electrodomésticos, a pesar del contexto económico ajustado y las largas filas en la frontera, donde las esperas llegaron a extenderse hasta tres horas. El movimiento en alta montaña se mantuvo intenso, con un promedio de 3.500 personas cruzando diariamente y expectativas de que esta cifra continúe en aumento durante la extensión de las promociones.
El transporte predominante fue el de autos particulares y camionetas, aunque los tours en micro siguen operativos pese al reciente episodio de inseguridad ocurrido en una ruta alternativa. Las ofertas, que alcanzan hasta un 70% de descuento, resultan determinantes para justificar el viaje en un contexto económico complejo, y la cercanía de fin de año impulsa aún más la decisión de compra.
La diferencia de precios es notable. Por ejemplo, un teléfono de gama media cuesta alrededor de 380 dólares en Chile, mientras que en Argentina puede superar los 700 dólares. En juguetes, un juego de mesa infantil se consigue por 20 dólares en Chile, pero supera los 60 dólares en el mercado argentino. Las fragancias también reflejan esta disparidad, con perfumes femeninos populares que rondan los 90 dólares en Chile y superan los 150 dólares en Argentina.
El segmento de electrodomésticos, conocido como “línea blanca”, también mostró un crecimiento en las compras, gracias a la autorización vigente desde julio para ingresar un artefacto grande por persona, pagando los impuestos correspondientes. Un refrigerador no frost se encuentra a unos 600 dólares en Chile, frente a más de 1.500 dólares en Argentina. De igual manera, un lavarropas automático cuesta cerca de 300 dólares en Chile, mientras que localmente ronda los 900 dólares.
Además de las compras habituales, muchos viajeros regresaron con productos variados, desde ropa hasta bebidas para las celebraciones de fin de año. Otros planifican postergar sus compras para el verano, combinando turismo de playa con la oportunidad de aprovechar las diferencias de precios entre ambos países.
El asalto que generó preocupación entre los turistas argentinos fue el robo a un micro con 60 pasajeros que viajaban en un tour de compras por la ruta chilena G-71. Un auto simuló un desperfecto para obligar al chofer a detenerse, momento en que un grupo armado redujo a los conductores y robó pertenencias y dinero, estimado en 26.000 dólares. Al menos 28 pasajeros fueron despojados de objetos de valor durante el ataque, que fue rápido y organizado.
El episodio provocó malestar cuando un carabinero sugirió que el ataque podría estar vinculado a represalias por enfrentamientos recientes entre hinchas argentinos y chilenos. Los pasajeros rechazaron esa versión y expresaron su preocupación por la inseguridad en la ruta, aunque el turismo hacia Chile continuó firme en los días siguientes.