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Juicio Tellechea: los imputados hablaron por última vez y apuntaron contra una causa “sin pruebas”
Los diez imputados en el juicio por la desaparición forzada de Raúl Tellechea dieron sus últimas declaraciones antes del veredicto. En un tono común, negaron las acusaciones, defendieron sus trayectorias y reclamaron justicia para sí mismos.
En la antesala del veredicto del juicio por la desaparición forzada de Raúl Félix Tellechea, los diez imputados tuvieron este martes su última oportunidad para hablar ante el Tribunal Oral Federal. Después de casi tres años de audiencias y más de doscientos testigos, las declaraciones finales de los acusados estuvieron marcadas por un tono común: todos negaron los cargos, se declararon inocentes y reclamaron justicia para sí mismos.
El primero en hablar fue Mario León, exjefe de la sección Seguridad Personal. En un extenso discurso, sostuvo que las acusaciones en su contra carecen de fundamento y que su trayectoria policial había sido “honorable”. “Hay muchas cosas por decir después de haber estado prácticamente tres años en este debate. No falté a ninguna audiencia, tomé nota de cada testigo y aún me pregunto por qué estoy sentado como imputado en esta causa”, expresó. León insistió en su inocencia: “Salí con el legajo en blanco tras estar 30 años en la función policial y ahora tengo esta mancha. Nunca he cometido nada malo, nunca me he prestado para hacer algo fuera de mi función”.
Le siguió Luis Héctor Moyano, expresidente de la Mutual de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), señalado como uno de los principales responsables. Con un tono pausado, dijo sentir alivio porque “se ha comprobado la verdad de lo que pasó y de lo que no ocurrió”. Durante su intervención, enfatizó que durante dos décadas cargó con un estigma: “Ha sido un estigma. Espero que se haga justicia por lo que han vivido mis hijos”. Moyano también se refirió al dolor de la familia Tellechea: “Entiendo el dolor de la ausencia de una persona en la familia. Lo que no entiendo es solucionar ese dolor con una injusticia”.
La tercera en hablar fue Aurora Ahumada, exempleada de la Mutual. Fue una de las declaraciones más breves, pero contundente: “Jamás he mentido, cada vez que me han citado me he presentado. Es injusto, todo es un invento total. Está demostrado”. En su cierre, calificó la causa como “un circo” y pidió que se haga justicia.
Por su parte, Miguel Francisco González, exjefe de la Policía de San Juan, centró su declaración en defender su trayectoria y su honor personal. “Hoy no vengo a defenderme de algo que no hice, vengo a defender mi nombre, mi historia y mi vida”, dijo. Aseguró que durante tres décadas de servicio “jamás recibió una sanción” y que fue juzgado “por lo que fui, un jefe de policía, y no por lo que hice”. Citó un pasaje bíblico para reforzar su mensaje: “El labio veraz permanecerá para siempre, pero la lengua mentirosa solo por un momento”.
González también se dirigió a la familia del ingeniero desaparecido: “Comprendo su dolor, su angustia y su legítima búsqueda de verdad y justicia. Todos merecen saber qué pasó con un ser querido, pero jamás la justicia de una familia debe construirse sobre la injusticia hacia otro”.
Luego fue el turno de Miguel Alejandro Del Castillo, exdirectivo de la Mutual y quien en 2004 había denunciado a Tellechea por presunta estafa. “Quiero manifestar que fue un camino tortuoso y espinoso. Jamás imaginé lo difícil que fue soportar acusaciones y señalamiento público de algo que ni yo ni ninguno de los procesados hizo o fue responsable”, comenzó. En su exposición, afirmó que él y los demás acusados fueron víctimas de una maniobra en su contra: “Recorrer estos 21 años ha sido muy difícil y agotador, pero tengo la seguridad de haber hecho lo correcto. Nos sentimos víctimas de una confabulación familiar para desacreditar lo que quedó registrado y certificado en la justicia a favor nuestro”.
Del Castillo también reivindicó su accionar en la Mutual: “Debía denunciar irregularidades en el manejo de los fondos. Denunciar el delito nos convirtió en victimarios, en los culpables de algo inaudito”. Al finalizar, sostuvo: “Jamás tuve problemas con nadie. Fui acusado de algo que jamás hice y confío plenamente en la justicia”.
"Llego a este momento con mucha angustia y nervios, nunca imaginé en mi vida que iba a estar ante un tribunal para defender mi libertad ante una injusticia”, dijo después Eduardo Rubén Oro, integrante de la comisión de la Mutual, en el momento de la denuncia.
“Ni en mi vidas anteriores, nunca me imaginé, se siente mucha vergüenza porque uno tiene una familia y ante la sociedad, no pido que me absuelvan, pido justicia pero basa en pruebas y en hechos y certezas, y en la realidad de lo que aconteció", cerró.
El expolicía Alberto Flores dio sus últimas palabras después de Oro. “Llegó el momento de este final. Me sorprendí, nada que ver en esto yo. Soy de poco hablar”, dijo con voz serena. Luego pidió respeto y se refirió a la familia del ingeniero desaparecido: “Lo único que pido es respeto y que llegue el momento de la familia Tellechea, que puedan saber algo de su padre”. Antes de finalizar, agradeció a sus abogados y saludó al tribunal con un simple “buenos días”.
A su turno, Juan Marcelo Cachi hizo una dura crítica al proceso judicial que lo tuvo entre los acusados durante más de una década. “El relato de los alegatos dados por los abogados y fiscalía ha sido el guion de una película de ficción, sin ningún tipo de pruebas concretas, que me llevó a estar 11 años implicado en esta causa”, expresó.
El exintegrante de la Mutual del Personal de la UNSJ aseguró que la situación le provocó un profundo impacto personal: “Esto me ha traído problemas de salud, familiares, económicos, laborales, psicológicos y sociales durante años”.
Con tono contenido, añadió: “He sido un imputado espectador. He presenciado el juicio sin que me nombren. No hay prueba concreta”. Y cerró su declaración con un deseo: “Quiero que se haga justicia y creo firmemente que habrá justicia”.
Por su parte, Luis Alonso y Sebastián Cortez Páez decidieron hacer uso de su derecho a guardar silencio y se abstuvieron de dar sus últimas palabras ante el tribunal.
Entre los puntos en común de las exposiciones, se repitieron tres ideas: la reivindicación de las trayectorias personales, la denuncia de una acusación injusta y la apelación a la justicia como valor moral y espiritual. Ninguno de los imputados reconoció responsabilidad en la desaparición de Tellechea ni en el presunto encubrimiento posterior. En cambio, todos coincidieron en que las pruebas presentadas por la fiscalía y la querella no acreditan su participación.
El juicio, iniciado el 12 de diciembre de 2022, busca esclarecer lo ocurrido con Raúl Félix Tellechea, ingeniero y trabajador de la Mutual de la UNSJ desaparecido el 28 de septiembre de 2004. La acusación sostiene que su secuestro fue planificado por exdirectivos de la institución para impedir que revelara irregularidades financieras.
Tras estas últimas palabras, el Tribunal Oral Federal, integrado por las juezas Eliana Rattá, Gretel Diamante y María Carolina Pereira, se prepara para dictar sentencia este mismo martes a las 12.30 horas. Será el cierre de un proceso que, después de más de dos décadas de búsqueda, representa uno de los capítulos más largos y complejos de la justicia federal en San Juan.