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Los juegutes aumentaron por debajo de la inflación
Eli Montilla, dueña de la juguetería Rodney, describe un escenario inesperado donde precios, competencia y sobrestock generan dudas de cara a las fiestas.
Con la llegada de diciembre, los precios de los juguetes vuelven a estar en el centro del debate. Entre comparaciones con países vecinos, ajustes impositivos y una temporada que se perfila distinta, Eli Montilla, propietaria de la juguetería Rodney, plantea un diagnóstico que sorprende incluso dentro del rubro. Según anticipa, el aumento general quedó por debajo de la inflación y ciertos productos registraron bajas impensadas meses atrás.
Asegura que la idea de una brecha de hasta 70% respecto de países limítrofes no se traduce en un impacto directo en el consumo. “No observamos un desvío significativo de compradores hacia mercados fronterizos, porque el juguete no suele adquirirse en viajes para guardarse o destinarse a eventos futuros”, explicó en radio Estación Claridad. Remarcó que, a diferencia de la indumentaria, el juguete conserva un comportamiento de compra más tradicional y menos susceptible al turismo de conveniencia.
En relación con otros artículos que comercializa, como mochilas y cartucheras, reconoce una realidad opuesta. “Aun con una baja considerable de precios, ese segmento experimenta un retroceso pronunciado. Creo que hubo un sobreprecio previo aplicado por algunos proveedores que hoy se hace evidente”, sostuvo. Detalló, además, que ciertas reducciones impositivas del 15% no alcanzan para explicar bajas que llegaron al 30%, lo que a su juicio revela factores internos ajenos al comerciante minorista.
Respecto del comportamiento anual de los valores, Montilla señaló que realizaron un promedio entre productos sin variaciones, artículos que bajaron y aquellos que subieron. “El resultado nos dio un incremento general de entre 16% y 20% interanual, claramente por debajo de la inflación del país. Es un movimiento atípico para nuestro rubro”, afirma. Recordó que, para el Día del Niño, el sector realizó compras previendo aumentos mayores y terminó sobrestockeado, un fenómeno que ahora condiciona la temporada navideña.
Al analizar las diferencias entre categorías, precisa que los juguetes licenciados y gran parte de los productos de origen chino tuvieron las subas más marcadas. “Esos artículos aumentaron alrededor de un 20 por ciento, mientras que la industria nacional avanzó entre 10% y 12% debido al incremento en servicios y costos laborales. Las materias primas, en cambio, se consiguieron a valores más favorables”, detalló. Señala además que la menor concentración en la importación de insumos permitió a los fabricantes locales reducir parte de sus costos.
Sobre la apertura de importaciones, la empresaria sostiene que el impacto fue favorable para el consumidor. “La competencia entre proveedores se intensificó y, combinada con la baja impositiva, generó precios más convenientes en muchos productos. En artículos de verano incluso registramos valores inferiores a los del año pasado”, subraya, mencionando antiparras, salvavidas y pistolas de agua entre los ejemplos más notorios.
Consultada sobre las ventas, Montilla aclara que el volumen se mantuvo prácticamente igual al de 2024. “Hasta junio vendimos más que el año pasado, pero desde julio los números comenzaron a alinearse con la inflación específica del sector, lo que nos deja por debajo de la inflación general”, explicó. Aun así, destaca el acompañamiento de sus clientes habituales, a quienes considera esenciales para sostener el rendimiento del negocio.
Finalmente, confirma que el 24 de diciembre continúa siendo la fecha más fuerte para el rubro. “Para Reyes la actividad disminuye porque muchas familias ya están de vacaciones, aunque mantienen la tradición del regalo”, precisa. Y entre análisis y cifras deja un guiño festivo: promete que uno de los codiciados autitos importados, reclamados por los fanáticos del coleccionismo, llegará esta vez al arbolito.