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Matilda Blanco contó por qué fracasó su tratamiento para ser mamá
Matilda Blanco se abrió con Nazarena Vélez y Julieta Navarro para revelar el doloroso proceso de tratamientos que vivió y cómo logró la serenidad tras una década de lucha.
POR REDACCIÓN
Matilda Blanco protagonizó uno de los momentos más sinceros en Storytime, el programa de streaming conducido por Nazarena Vélez en Bondi Live. La asesora de imagen abordó la maternidad y su historia personal a partir de un audio enviado por una oyente, quien relató la presión constante que enfrentaba por no querer tener hijos.
A partir de ese disparador, Julieta Navarro tomó la palabra y compartió que, a pesar de estar casada por más de diez años, nunca sintió el deseo de ser madre, aunque sí padeció la presión externa. Matilda Blanco recogió ese comentario para iniciar su propio relato, señalando que "El mandato de la obligación de tener un hijo es muy fuerte".
La panelista relató un proceso que transitó durante años, en el que el peso de los comentarios externos era palpable. Emocionada, recordó que "A mí, durante mucho tiempo, me han dicho ‘qué pena vos, qué pena grande que no pudiste tener hijos’". Estas frases llegaron después de que transitara numerosos tratamientos de fertilidad, un proyecto que buscó cumplir con intensidad. "Para mí era una cosa muy terrible. Hice montones de tratamientos", reveló.
Sin embargo, un factor decisivo modificó su decisión final: la persona con la que había imaginado ser madre ya no formaba parte de su vida. Este cambio la llevó a la reflexión, especialmente ante la idea de la maternidad en solitario. Comentó con total franqueza: "Sola me daba un poco de temor, porque hay que ser muy valiente para tener un hijo sola".
Aunque intentó continuar con los tratamientos por su cuenta, las sensaciones negativas comenzaron a pesar más que el deseo original. Relató que "Seguí con el tratamiento y me acobardaba porque no la pasé tan bien, no se la pasa bien inyectándote hormonas sin parar. Y después ya no se dio".
Esa etapa marcó un antes y un después en su visión de la maternidad. Tras un intenso proceso que incluyó mucha terapia y aceptación, logró la serenidad. Afirmó contundente: "Primero fue un tema, después hubo mucha terapia y te puedo asegurar que estoy bien y no tengo frustración".
Matilda Blanco concluyó destacando que, lejos de sentir tristeza, encontró una profunda satisfacción en la vida que lleva adelante. "Me encanta ver que la gente tenga hijos y estoy feliz de la vida que estoy llevando adelante".