Comunidad > Una postal que se volvió peligrosa
Piden erradicar árboles secos en Pocito ante el riesgo de caídas
En calle San Miguel, entre calles 5 y 6, decenas de eucaliptus secos amenazan con caer sobre autos y transeúntes.
Lo que alguna vez fue una de las calles más pintorescas de Pocito hoy se ha transformado en una zona de riesgo. A ambos lados de calle San Miguel, entre calles 5 y 6, una larga hilera de eucaliptus secos deja a diario caer ramas sobre la calzada. Vecinos y automovilistas conviven con la amenaza constante de que alguno de estos ejemplares, debilitados por la falta de agua, termine cediendo.
A pesar de los reclamos reiterados ante la Municipalidad de Pocito, la respuesta oficial nunca llegó. “Con los vientos el peligro aumenta, hay ramas que se quiebran y caen cerca de las casas o los autos”, contó a DIARIO HUARPE Ariel Pacheco, vecino de la zona. La preocupación crece porque cientos de vehículos y peatones circulan diariamente por esa vía, que conecta barrios, escuelas y zonas productivas.
Árboles emblemáticos que ya no resisten
Los eucaliptus forman parte del paisaje tradicional de Pocito desde hace décadas. Fueron plantados para brindar sombra y belleza, pero el contexto ambiental actual y la mala gestión del recurso hídrico por años en la provincia, han cambiado radicalmente su destino, provocando que muchos ejemplares de esta especie no puedan sobrevivir.
Vale recordar que los eucaliptus, especies introducidas de alto consumo de agua, necesitan entre 30 y 200 litros diarios según su tamaño y las condiciones del suelo. En una provincia con escasas lluvias y nevadas, y un acuífero en retroceso, su mantenimiento resulta casi imposible.
El agotamiento del suelo, los veranos cada vez más secos y los fuertes vientos del sur completan un cuadro de deterioro.
“Los árboles están totalmente secos, algunos quebrados o con ramas que apenas se sostienen. Ya no ofrecen sombra, son un peligro”, resumió Carina Segura, del Lote Hogar 27.
Un problema ambiental y de seguridad
La situación en calle San Miguel expone cómo la crisis hídrica y ambiental en San Juan afecta también a la seguridad pública. Lo que empezó como un problema de mantenimiento se transformó en una amenaza para quienes transitan por el lugar. Los vecinos piden que la municipalidad coordine un operativo de poda y extracción de los ejemplares secos, seguido de un plan de reforestación con especies nativas, más adaptadas a las condiciones del clima sanjuanino.
“No queremos que actúen después de una tragedia. Pedimos que lo hagan ahora”, insistió Segura.
Entre el reclamo y la esperanza
Los vecinos esperan una respuesta que devuelva la tranquilidad a esta transitada arteria del departamento. “Estos árboles dieron sombra y vida a la calle durante años. Pero hoy ya cumplieron su ciclo”, señaló Pacheco.