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El pistacho fue en expansión en 2025: inversiones, clima adverso y dólares
Aunque el granizo y la vecería redujeron el volumen exportado, el pistacho de San Juan mejoró su facturación y sigue sumando hectáreas.
El pistacho se consolida como uno de los cultivos que más está transformando el mapa agrícola de San Juan. Aún atravesado por un año marcado por el granizo, la vecería propia de la especie y otras contingencias climáticas, el sector logró en 2025 una mejora en la facturación exportadora y avanzó con nuevas inversiones privadas que ampliaron de manera significativa la superficie implantada en la provincia.
Según datos del Ministerio de Producción, Trabajo e Innovación de San Juan, durante los primeros 10 meses del año, las exportaciones de pistacho sanjuanino superaron los U$S 2 millones FOB (Free On Board). El dato cobra mayor relevancia si se tiene en cuenta que el volumen exportado cayó un 4% interanual, afectado por daños climáticos y por el comportamiento cíclico del cultivo. Aun así, el ingreso de divisas creció un 21%, una señal que refleja mejores precios internacionales y una mayor valorización del producto sanjuanino en los mercados externos.
Expansión territorial y nuevas inversiones
Este desempeño se da en paralelo a un fuerte proceso de expansión territorial. Si bien los registros oficiales del Registro Único de Productores Agropecuarios (RUPA) contabilizan 2.533 hectáreas declaradas de pistacho, estimaciones privadas elevan esa cifra a un rango de entre 6.000 y 10.000 hectáreas actualmente implantadas. La diferencia se explica, en parte, por el ritmo acelerado de nuevas inversiones que aún no terminan de reflejarse en los relevamientos formales.
El fenómeno es visible en departamentos como 25 de Mayo, Sarmiento y Pocito, donde el pistacho avanzó incluso en reemplazo de cultivos tradicionales como el olivo. Solo en el último año, un importante grupo empresarial completó inversiones por unas mil hectáreas nuevas en 25 de Mayo, consolidando a la zona como uno de los polos emergentes de este fruto seco en la provincia.
El atractivo del pistacho radica en varios factores: su demanda sostenida a nivel internacional, la posibilidad de obtener buenos precios en mercados exigentes y su adaptación a zonas áridas, siempre que se logre mitigar el impacto del clima. Sin embargo, ese último punto sigue siendo uno de los principales desafíos para el sector productivo sanjuanino.
Clima adverso y mercados externos
El cultivo no está exento de las contingencias propias del clima provincial. El granizo, las heladas tardías y los vientos Zonda en momentos clave del ciclo productivo pueden afectar seriamente los rindes. A eso se suma la vecería, un comportamiento típico del pistacho que alterna años de alta producción con otros de menor rendimiento. En 2025, esa combinación de factores explicó la caída en el volumen exportado, aunque no logró frenar el crecimiento en valor.
La experiencia reciente muestra que, aun con menos kilos enviados al exterior, el pistacho sanjuanino logró posicionarse mejor en los mercados internacionales. Durante el último año, el producto llegó a 14 países, entre ellos Alemania, Italia, España, Francia, Brasil, Canadá, Australia, Rusia y varios destinos de América Latina. En 2024, Italia, Chile y Ecuador concentraron la mayor demanda, un patrón que se mantuvo en buena parte de 2025.
Este posicionamiento externo es clave para entender por qué el cultivo sigue atrayendo capitales. En un contexto donde otros frutos secos, como la nuez de nogal, también muestran una fuerte recuperación exportadora, el pistacho aparece como una apuesta de mediano y largo plazo, capaz de generar divisas aún en escenarios productivos complejos.
Mientras tanto, desde el sector público se avanza en el relevamiento de los principales oasis productivos para contar con datos más precisos sobre la superficie real implantada. Esa información será clave para diseñar políticas de apoyo, infraestructura y manejo del riesgo climático que acompañen el crecimiento del cultivo.
Así, entre la expansión de hectáreas, la llegada de nuevas inversiones y una mejora en la facturación externa pese a las pérdidas productivas, el pistacho se afirma como uno de los protagonistas de la nueva etapa agrícola de San Juan. Un cultivo que, aun condicionado por el clima, empieza a mostrar que su impacto económico va mucho más allá de la cantidad de kilos cosechados.