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Beneficios para la salud de comer una manzana antes de dormir, según la ciencia
Incorporar una manzana en la rutina nocturna puede mejorar la calidad del sueño, favorecer la digestión y controlar el apetito, aunque requiere cuidado con la higiene bucal para evitar caries.
POR REDACCIÓN
Consumir una manzana antes de acostarse se ha popularizado entre quienes buscan mejorar su bienestar general, y la ciencia respalda varios beneficios asociados a este hábito.
Según expertos citados por VeryWell Health, esta fruta ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en sangre y favorece un sueño de mejor calidad. La combinación de fibra y polifenoles presentes en la manzana ralentiza la absorción del azúcar, evitando las fluctuaciones que pueden interrumpir el descanso nocturno.
Se recomienda consumir la manzana entre una y dos horas antes de dormir, lo que contribuye a la relajación y a un mejor equilibrio metabólico. Sin embargo, personas con diabetes o problemas para controlar sus niveles de glucosa deberían consultar a un profesional antes de adoptar esta práctica.
Además, la pectina, una fibra soluble contenida en la manzana, actúa como prebiótico al alimentar las bacterias beneficiosas del intestino. Esto favorece la digestión, fortalece el sistema inmunológico y puede mejorar el estado de ánimo y el metabolismo.
Estudios recientes también han comprobado que los polifenoles poseen propiedades antiinflamatorias y pueden contribuir a reducir marcadores inflamatorios en el organismo. Un artículo en Sleep Medicine Reviews destaca que estos compuestos antioxidantes modulan procesos neurofisiológicos relacionados con el sueño, la inflamación y el metabolismo, reforzando su potencial para promover un descanso saludable en adultos sanos.
En cuanto al control del apetito, la textura fibrosa de la manzana y la necesidad de masticarla generan una sensación de saciedad que ayuda a reducir los antojos nocturnos, siendo una alternativa más saludable frente a snacks procesados o dulces.
No obstante, la ingesta de manzanas antes de dormir requiere un cuidado especial en la higiene bucal. Los azúcares naturales de la fruta pueden alimentar bacterias que causan caries si permanecen en los dientes durante la noche. Por ello, se aconseja cepillarse los dientes antes de acostarse, esperando aproximadamente 30 minutos tras consumir la manzana para proteger el esmalte dental de la acidez.
Personas con mayor propensión a las caries deberían consultar a su odontólogo para definir el mejor momento para el cepillado nocturno.
Los especialistas insisten en que la manzana es solo un complemento dentro de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. Una manzana mediana equivale a una taza de fruta, aportando a la recomendación diaria de entre una y media y dos tazas de frutas, además de verduras.
Este hábito no reemplaza la importancia de un descanso adecuado, buena hidratación ni una alimentación variada. En caso de dificultades con el sueño o la dieta, la consulta profesional es fundamental para lograr mejoras significativas.
En los próximos días, especialistas regionales e internacionales se reunirán en Buenos Aires para compartir perspectivas sobre nutrición y salud, abordando avances y desafíos en la detección y manejo clínico de factores de riesgo relacionados.