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Zárate reemplazará a Castillo en la presidencia del Concejo de Calingasta
Por mayoría, el oficialismo del Deliberante de Calingasta decidió que Patricia Castillo deje la presidencia en manos de Domingo Santos Zárate.
Por Marcos Ponce
En una sesión que dejó en evidencia el reacomodamiento político dentro del Concejo Deliberante de Calingasta, el oficialismo decidió avanzar en la renovación de autoridades y desplazar a la presidenta Gloria Patricia Castillo, quien había estado al frente del cuerpo durante los últimos años. A partir del 10 de diciembre, la conducción quedará en manos del concejal Domingo Santos Zárate.
La decisión llegó luego de la Sesión Preparatoria en la que se sometió a votación la composición de la Mesa Directiva. Con mayoría propia, el bloque oficialista aprobó la nueva estructura: Zárate asumirá la presidencia, Juan Sebastián Ramos ocupará la vicepresidencia y Nora Beatriz Olivares quedará como secretaria legislativa. Se trata de un movimiento que reconfigura el funcionamiento interno del Concejo y que, según fuentes locales, responde a una necesidad de “orden político” de cara al próximo año legislativo.
Recordando los sucesos desde inicio de la gestión de Sebastián Carbajal, hubo enfrentamiento entre el intendente y la presidenta del cuerpo, Patricia Castillo, al punto tal que la legisladora denunció que el jefe comunal recortó contratos que tenía disponibles.
Estas decisiones confirman que el oficialismo buscó consolidar una estructura alineada a su agenda y a su esquema de gobernabilidad. Si bien Castillo mantuvo su firma en los decretos en su rol de presidenta saliente, el reemplazo fue aprobado sin objeciones formales y entrará en vigencia en menos de una semana.
En el entorno del Concejo señalan que el objetivo del oficialismo es encarar el 2026 con una mesa directiva “más cohesiva” y con mayor control sobre los debates internos, especialmente frente a la discusión de ordenanzas sensibles como presupuesto, tasas municipales y proyectos vinculados a obras públicas.
Por lo pronto, la salida de Castillo marca el cierre de una etapa y la apertura de otra en la dinámica legislativa de Calingasta. Zárate, quien ya contaba con respaldo partidario, asume con el desafío de conducir un cuerpo que tendrá un año cargado de definiciones políticas y administrativas. El oficialismo, mientras tanto, celebra haber asegurado una conducción afín y ordenada para lo que viene.