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Factores climáticos y baja producción, las razones del aumento de la carne
Un empresario sanjuanino explica cómo la demanda exportadora, la falta de animales y un nuevo cupo internacional empujan los precios hacia arriba.
El aumento repentino en el precio de la carne había generado preocupación en toda la cadena comercial, en un contexto donde la oferta resultaba insuficiente y la demanda externa se había intensificado. Desde San Juan, un empresario del sector analizó el fenómeno y describió las condiciones que habían impulsado la suba, marcadas por problemas productivos, factores climáticos y un movimiento anticipado de los frigoríficos en busca de animales para exportación.
En ese panorama, Sebastián Parra explicó a DIARIO HUARPE cuál fue el factor decisivo: “Hoy día nos encontramos con frigoríficos que salían a comprar para lo que era la exportación y nos encontrábamos con lotes muy pobres de animales, principalmente porque estábamos hablando de factores climáticos y poca producción. En ese momento teníamos una demanda mayor y eso hacía que los precios se elevaran mucho”. Indicó también que la importación de carne no modificaba el precio interno, ya que “no marcaba una gran diferencia en el mercado porque iba por canales diferentes”.
El empresario recordó que el incremento no había sido súbito, sino progresivo. “Estas semanas estaban aumentando mucho. Teníamos un 68% acumulado y la semana había arrancado con fuertes aumentos, aunque todavía no teníamos un número preciso”, señaló. Atribuyó este salto a la presión exportadora, en especial por el tipo de animal requerido: “Los mercados externos priorizan un novillo gordo y pesado, mientras el mercado interno argentino prefiere un novillo liviano con grasa blanca y carne muy rosada”.
La falta de ese novillo pesado se relacionaba con causas climáticas. “Está faltando el novillo pesado, principalmente por factores de clima y otros que habían complicado el normal desarrollo de la hacienda”, explicó. Esa escasez incentivó movimientos anticipados: “Algunos frigoríficos se habían adelantado a comprar animales más livianos y los engordaban en feed propio. Eso había hecho que subiera mucho el precio en los últimos meses”. Añadió que, incluso antes de estas tensiones, “la carne ya había aumentado un 60% en lo que iba del año”.
El acuerdo con Estados Unidos
Sobre el nuevo cupo de exportación, aportó cifras concretas: “Se trata de una ampliación de 60.000 toneladas por año. Argentina estaba exportando 20.000 toneladas y ese año se había hecho una ampliación a 80.000”. Aunque consideraba que las exportaciones “siempre eran bien vistas porque fomentaban la producción”, advertía que el acuerdo llegaba en un momento difícil: “Habíamos tenido factores climáticos durante todo el año que habían complicado el desarrollo de la hacienda y eso había generado una menor oferta”.
El impacto final, sostuvo, no alteraría la balanza general. “Argentina el año pasado exportó 920.000 toneladas. Ese año iba a exportar un millón aproximadamente. Las 60.000 adicionales no creía que fueran a mover demasiado la balanza comercial”, explicó. Más allá del acuerdo, insistió en que la tensión central provenía de la falta de animales y la fuerte demanda.
Para cerrar, resumió la situación con claridad: “Teníamos fuertes aumentos de precio no solamente por las exportaciones a Estados Unidos, sino por las exportaciones en general, donde se estaban haciendo compras y había poca oferta”. Para él, la ecuación que explicaba la suba era simple: poca hacienda, mucha demanda y un mercado que reaccionaba con subas sostenidas.