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Huarpe Deportivo > Argentina campeón

La copa mundial más sanjuanina de todas

El tercer título tiene una conexión especial con San Juan. La provincia estuvo vinculada de manera directa con el trofeo que levantó Messi para que la Argentina sea campeón del mundo.

19 de diciembre de 2022

San Juan no tuvo injerencia en el título del ’78 siendo Argentina local. Tampoco en México ’86 cuando Maradona se consagró. Pero en el 2022 fue parte activa, clave, determinante, partícipe y hasta milagrosa. San Juan puede afirmarse que marcó el camino de la Selección Argentina durante el proceso que se coronó con la obtención de la tercera copa del mundo al ganar la final 4-2 por penales a Francia, tras el 3-3 que se extendió hasta la prórroga.

Es que Argentina llegó a Qatar tras clasificarse en las eliminatorias sudamericanas. Clasificación y pasaporte al país árabe que consiguió el 16 de noviembre de 2021 en el Estadio Del Bicentenario, tras igualar sin goles ante Brasil.

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Pero el vínculo con San Juan tiene más capítulos. El presidente de la AFA, “Chiqui” Tapia, nació en estas tierras y después del eterno Grondona, guío al ente máximo del fútbol nacional a subirse a la cima del mundo futbolero.

No es el único. El sanjuanino Jorge Miadosqui, el presidente de San Martín, es el nexo entre los jugadores y la coordinación precisa siendo el secretario de selecciones. El socio de todos y que estando en cada detalle lleva a que a ninguno de estos campeones les falte algo.

Porque además la historia del deporte está macada con San Juan. En 1978 Argentina ganó la copa del mundo en hockey sobre patines, mismo año que Passarella levantó la copa para el primer título del mundo. Igual que en este 2022, con Nicolía festejando en el Cantoni hace un mes atrás y hoy repitiendo con Messi en Qatar.

Y a todo esto hay que sumarle la devoción de la Scaloneta por la Difunta Correa. Pidiéndole y haciéndole ofrendas de manera permanente para que Deolinda les marcara el camino al éxito.

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Al que se llegó este domingo 18 de diciembre. Día histórico. Día en el que Messi alzó la tercera Copa del Mundo. Día en que la provincia se metió en la historia de los mundiales con Argentina como campeona alzando la copa más sanjuanina de todas.

Somos campeones otra vez…

“Cuando estamos juntos somos mejores”. La frase es de Tagliafico y resume lo que fue la Selección Argentina en Qatar. Lejos de las individualidades y egoísmos, la albiceleste funcionó como equipo. Esa fue la clave del éxito. Con Messi necesitando de su quinto mundial para ser campeón. Mezclándose entre los “pibes” como Enzo Fernández y Julián Álvarez que se convirtieron es piezas claves. Argentina fue mucho más que un grupo sólido. Fue un campeón que anuló de la cancha a Francia. Pero que se relajó en el momento menos pensado y debió sufrir hasta llegar a los penales. Y ahí justificó que es el mejor del continente.

Pasó por todas. Desde la derrota en el debut con Arabia Saudita que marcó el mejor freno para que la cabeza, nombres, propuesta e intensión cambiara. Desde México y Polonia en adelante fue un equipo en ascenso. Dejó afuera a la aguerrida Australia. Sufrió con Países Bajos innecesariamente cuando siempre fue mejor. Y le pasó por encima Croacia –el subcampeón- para meterse en la final.

El equipo conducido por Scaloni hizo de la presión, rapidez, contundencia, coordinación y sobre todo solidez, un equipo difícil para todos. Al que lo esperaron siempre para no caer en el ridículo. Al que creyeron que tras la derrota en el debut iba a caerse, y al contrario, fue siempre por más.

Jugó, hizo jugar y fue inteligente para anular a figuras mundiales como Modric o Mbappé en los dos partidos finales. Compacto en todas sus líneas. Con un “Dibu” Martínez inquebrable. Con laterales que fueron extremos, puntas y hasta goleadores como Molina, Montiel, Acuña y Tagliafico. Funcionando de manera precisa con Otamendi y Romero, e incluso cerrando la defensa cuando Lisandro Martínez fue parte de esa línea de cinco.

En el medio fue un tractor. Comió piernas al rival, supo distribuir, aportó juego, y fue siempre profundo. De Paul por derecha y Mac Allister por izquierda resultaron trabajadores incansables. Enzo Fernández terminó siendo el dueño del mediocampo pero también aportó Paredes con su experiencia y panorama para simplificar el juego.

Y arriba fue altamente explosiva. El cambio de ritmo de Di María fue desequilibrante e incontrolable. Álvarez ingresó cuando a Lautaro se le cerró el arco y la rompió con su oportunismo, movilidad y definición. Y todos apoyados en el mejor de todos. En Lío Messi en su mejor versión. La de un futbolista, que además de sus características, le añadió madurez, coraje, y hasta fue “bocón” para sacarle el peso al resto y ser el verdadero líder.

Argentina recuperó el lugar en el mundo futbolero que la historia le negaba. Con un plantel de figuras y promesas mundiales que vienen en francos crecimiento para madurar en Qatar. Que se pusieron al mismo nivel para ejecutar una sola idea, la de ser campeones del mundo luego de 36 años. Misión cumplida. Somos campeones otra vez...

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